miércoles, 20 de agosto de 2008

Dimensiones y Frecuencias Vibratorias

Todo lo que Es, está vivo. Lo conforma Energía que vibra, que oscila en distintas frecuencias simultáneamente. Estas frecuencias se encuentran dentro de un “campo”, que es el área donde co-existen las frecuencias que lo conforman. Cada ser tiene su propio “campo vital” desde donde emite en una frecuencia vibratoria propia hacia el Universo. Esta frecuencia propia es única, individual y es como la media o el "centro de gravedad" de las distintas frecuencias que conforman su Ser. En el interior de este “campo” se superponen sus múltiples cuerpos, cada uno constituido por Energía que vibra en un rango determinado de frecuencias. Las entidades son multidimensionales.

Todo lo que existe tiene cierto nivel de Información. Esa información ordena la Energía que lo constituye, la organiza para condensarla en la sustancia que le da la forma que tiene, la función que desempeña, la conducta que manifiesta y la memoria que acumula.
Todo lo que existe tiene cierto nivel de Voluntad. Una determinada capacidad de manifestación, un radio de acción dentro de la realidad en la que se encuentra, en donde puede generar cambios que la modifiquen.

Todo lo que Es, tiene cierto nivel de Consciencia. Una determinada capacidad instalada para entender, comprender y verificar el orden en el que está inscrito. El nivel de su Consciencia es el resultado de la Energía vital de que dispone, de la Información sobre el funcionamiento del universo que ha logrado verificar, la que emplea para actuar generando armonía, para evitar la generación de conflicto y s
ufrimiento. Estas dos variables, información y energía determina el poder que tiene, el radio de acción de su voluntad. No todos los seres son iguales porque tienen distintos niveles de Consciencia, se encuentran en distintas fases de su proceso evolutivo. La capacidad instalada evoluciona, permitiéndole llegar a entender la razón de su existencia e inclusive llegar a participar en su propia evolución, acelerándola, dirigiéndola.

Todo lo que vibra lo hace con cierta frecuencia. En la realidad existe una gradación i
nfinita de frecuencias a las que vibra la Energía. Esa gradación se ordena de acuerdo al espectro en que se descompone la luz. Newton descubrió que la Energía, en forma de luz, al atravesar un prisma de cristal se descompone en los colores que la constituyen. Unas bandas de color que siempre mantienen la misma relación de posición entre si, como las del arco iris. La posición que ocupa el color en el espectro es determinada por la frecuencia en que vibra, por la longitud de su onda y estas variables determinan un ángu
lo constante por el que la luz descompuesta en color sale del prisma. Ese orden que manifiesta la luz en su interior, se refleja en la Energía de todo lo creado.


Ese orden también se ajusta a la forma de un triangulo equilátero. En su base se ubican las Energías de mayor longitud de onda y por lo tanto de menor frecuencia vibratoria. En su vértice se ubican las Energías de menor longitud de onda, de máxima frecuencia vibratoria. Entre estos dos extremos se ubican la infinita gradación de frecuencias vibratorias en sus longitudes de onda correspondientes. En esos dos extremos se ubican, en lo alto las Ondas de Energía en máximo movimiento, en la base las Partículas de Energía concentrada en una posición definida, las que constituyen la sustancia material de los cuerpos físicos de todo lo que existe. Ondas y Partículas son la esencia energética de todo lo que existe. La Energía tiene la capacidad de transformarse eternamente en una u otra, sin nunca destruirse. Es por eso que tradicionalmente el triangulo equilatero ha sido un signo del Orden Divino, de la Información perfecta que organiza la realidad. Un triangulo con el espectro en su interior es aún más diciente, como símbolo del orden universal.


Dentro de esa infinita gradación de frecuencias vibratorias organizadas por sus longitudes de onda aparecen unos rangos que determinan las características, el estado de Ser, el comportamiento de la Energía que allí se ubica. Eso es lo que se llama las Dimensiones. Una Dimensión mantiene integra, dentro de unos rangos de frecuencia vibratoria y de sus longitudes de onda asociadas, el estado de la Energía que allí se encuentra. Si la frecuencia se eleva por encima de el rango superior de la dimensión, o baja por debajo del rango inferior que determina la dimensión, la energía automáticamente cambia de estado, cambia de dimensión, sus características esenciales cambian. Es decir no se puede cambiar de dimensión manteniendo constantes las características esenciales de la Energía. Por decirlo de otra manera cada estado de la Energía tiene su dimensión especifica, ocupa una posición determinada en su relación con otros estados de la energía y este orden preciso es determinado por la longitud de las ondas que las constituyen. Esto es lo que permite que la Energía-Información-Voluntad o sea la Consciencia que es realmente el único fenómeno que existe, experimente y obtenga comprensiones gracias a los resultados que obtiene en la vida con las decisiones que toma, las acciones y las creaciones que manifiesta. Esto también implementa un orden perfecto en la realidad que construye la consciencia colectiva.

martes, 12 de agosto de 2008

Las dimensiones

Dimensión o Nivel de Consciencia:
He encontrado que muchas personas confunden la "dimensión" con el "nivel de consciencia". Como resultado de esa confusión algunas personas llegan incluso a afirmar que la Tierra está pasando a la cuarta dimensión. Esto equivale a afirmar que el cuerpo físico del planeta que solo puede estar en la tercera dimensión, como todos los cuerpos físicos de todo lo que tiene forma limitada, constituida por energía condensada en sustancia material, está cambiando de estado y se está convirtiendo en un cuerpo etérico. Un cuerpo que es invisible a la percepción de los sentidos normales de todos los hombres. Es decir de acuerdo a esa afirmación se nos esta despareciendo la Tierra y no nos hemos dado cuenta.

Seres Multidimensionales:
Todos somos seres multidimensionales, existimos simultáneamente en varias dimensiones. 
La realidad que permanece en cambio constante existe en 5 octavas de frecuencia vibratoria que ordenan lo que en ella existe. Cada octava esta constituida a su vez por 7 rangos de frecuencia consecutivos. Envolviendo o conteniendo esas 5 octavas se encuentra la corteza o cascara exterior en la que se encuentra el universo físico. En el centro de esa enorme esfera se encuentra el absoluto que todo lo genera.



El ser humano tiene una serie de cuerpos compuestos de diferentes sustancias cada vez más sutiles, tienen distinta frecuencia vibratoria lo que les permite tener diferentes estados, funciones muy especiales y características propias. Esos cuerpos tienen rangos precisos dentro de los cuales mantienen su constitución esencial. Como el agua que mantiene su estado liquido mientras su temperatura sea menor a 100º C, de ese punto en adelante se transforma en vapor. Es decir cambia su constitución esencial.




Cuerpo Físico:
En el rango de frecuencia vibratoria que constituye la 3 dimensión se encuentran los Cuerpos Físicos de todas las entidades manifestadas en el aquí y en el ahora. Esos cuerpos están constituidos por energía en longitudes de onda larga, energía condensada en baja frecuencia vibratoria, es lo que llamamos sustancia material. Energía ubicada dentro de la corteza de la esfera de creación que llamamos la realidad, dentro del holograma tridimensional del universo. Allí existen infinidad de partículas organizadas por información divina específica para dar lugar a átomos, moléculas, células, tejidos, órganos y cuerpos. Cuerpos Físicos que la consciencia utiliza para experimentar, interactuar y obtener comprensión "en carne propia" sobre el orden del universo. Orden que permite la continuidad eterna de los procesos evolutivos que conducen a la comprensión de la esencia del amor, lo que realmente fundamenta todo lo que sucede.

La materia de los cuerpos físicos existe simultáneamente en las primeras tres dimensiones de la realidad. La energía que surge del absoluto y que palpita a altísima frecuencia vibratoria se expande omnidireccionalmente desde el centro, en su recorrido su frecuencia va disminuyendo hasta que llega al borde exterior de la gigantesca esfera, donde da lugar a la materia física. Esa energía divina es la que da vida y consciencia a todo lo que existe. La materia que también da forma a planetas, soles, estrellas y galaxias, actúa como un espejo que devuelve la onda hacia el centro llevando consigo la información de los procesos individuales de todo lo que existe en esa realidad en cambio constante. En esas primeras tres dimensiones donde la energía vibra tan lentamente que se condensa en masa, también se encuentran las corrientes eléctricas, las corrientes magnéticas asociadas y las fuerzas gravitatorias que se mueven dentro de lo que llamamos el mundo físico.

Cuerpo Etérico:
En la 4 dimensión se encuentran los Cuerpos Etéricos asociados a cada Cuerpo Físico. Allí están los campos morfo-genéticos, que son los verdaderos generadores de todas las formas individuales que tienen la infinidad de Cuerpos Físicos que existen en el universo. Son moldes virtuales y contenedores de la energía que se condensa en materia dentro de sus limites. "Campos" donde se encuentra la in-forma-ción, lo que da la forma y la conducta instintiva automática asociada a cada cuerpo, su función especifica y sus características esenciales. 

En esa dimensión etérica sobre el eje eléctrico de la columna vertebral, están ubicados los 7 "Chakras" o 7 vórtices que transforman y estabilizan la energía en una  frecuencia determinada, además de comunicar lo sutil con lo físico y viceversa. Se ubican exactamente sobre los 7 sistemas glandulares, de manera que su energía pueda activar procesos químicos específicos en el cuerpo físico. En el Etérico también se encuentran los meridianos, 12 circuitos, 6 del lado derecho del cuerpo y 6 del lado izquierdo, a través de los cuales se mueve energía vital entre los principales órganos del cuerpo. Envolviendo todo lo anterior está el cuerpo energético de la persona, que ocupa exactamente el mismo lugar en el espacio del su cuerpo físico pero vibrando a mayor frecuencia vibratoria, por eso se interpenetran el uno en el otro. Esta compuesto de materia más fina y sutil que la materia física, partículas astrales que están en constante movimiento, ninguna permanece quieta en la misma posición, son como agua hirviente. En esa dimensión también se ubican las energías masculina, positiva, centrifuga, solar y la femenina, negativa, centrípeta, que proviene del centro de la tierra, responsables del vórtice que genera el campo electro-magnético personal y el llamado Aura, energía manifestada como una serie organizada de colores fuera del rango de percepción normal de la vista, que reflejan exteriormente lo que sucede en el cuerpo emocional y mental de todo ser humano. Algunos hombres más sensibles son capaces de percibirla. En la dimensión etérica está el aura o la atmósfera que refleja el carácter o el temperamento habitual de la persona, en la dimensión astral se manifiesta el aura que refleja lo que siente en cada momento.

Cuerpo Astral-Emocional:
En la 5 dimensión se encuentra el Cuerpo Astral o Cuerpo Emocional. Ocupa el mismo espacio del cuerpo físico y del cuerpo etérico. Se interpenetran los unos a los otros, porque están compuestos de materia en distintos grados de finura, sutileza, frecuencia vibratoria y densidad. Por ello ocupan distintas dimensiones. El cuerpo Astral es el centro de generación, procesamiento y expresión de las sensaciones, las pasiones, los deseos, las emociones y los sentimientos positivos o negativos que estas producen al ser filtrados por el sistema de creencias. Matrices ubicadas en esa dimensión permiten que la energía astral, la energía de las emociones, de mayor frecuencia vibratoria y de menor longitud de onda que la energía etérica, se muevan conectando lo etérico, lo físico y lo mental. Esa energía emocional es la que ponen en movimiento a la mente. También en esa dimensión se conectan e interactúan los cuerpos astrales de todas las entidades.

Cuerpo Mental:
Ocupando las dimensiones 6 a 10 se encuentra el Cuerpo Mental con sus 5 archivos: El archivo psicológico, el intelectual, el del ego o de la personalidad, el del destino y el de las comprensiones obtenidas en toda la cadena de reencarnaciones. Estas son las dimensiones a las que llega la energía de las emociones para convertirse en sentimientos positivos o negativos dependiendo de las creencias falsas y las comprensiones instaladas. En la mente los sentimientos se transforman en pensamientos, decisiones y se ordenan las acciones o las omisiones que producen resultados de armonía o de sufrimiento en nuestra vida. Son esos resultados los que producen comprensión sobre el orden del universo y sobre lo que es verdad. Una creencia puede ser falsa o verdadera, sin embargo solo cuando tomamos decisiones y actuamos fundamentados en esa información es que podemos verificar si es verdadera -porque produjo resultados de armonía en nuestra vida- o si es falsa porque produjo conflicto, sufrimiento, perdida de energía vital y depresión. De esta manera es que localizamos las creencias falsas que tenemos implantadas, las borramos de nuestra mente, lo que cambia nuestra conducta porque no volveremos a actuar basados en ella. Es así como se produce la evolución de nuestra consciencia.

Cuerpo Espiritual:
Entre las dimensiones 4 y 10 hay una octava de frecuencias vibratorias, 7 dimensiones donde se ubican nuestros cuerpos sutiles. En la siguiente octava, entre las dimensiones 11 y 17 se encuentra nuestro Cuerpo Espiritual  que también es llamado el ¨Yo Superior¨. Allí permanece observando desde la neutralidad y sin involucrarse, las decisiones del alma. Su centro de gravedad va ascendiendo de dimensión a medida que va recibiendo y acumulando la comprensión que le entrega el alma en sus procesos de reconocimiento de lo que es falso a través del sufrimiento. Esa entrega de la comprensión obtenida en cada vida tiene lugar en los procesos que tienen lugar después de cada muerte. En la nueva reencarnación, en el momento del nacimiento -cuando el bebe inspira aire por primera vez- entra el espíritu, hace contacto con el alma y le implanta en el archivo de alta comprensión  en la mente, la sabiduría que ha acumulado hasta ese momento.  Este proceso basado en la reencarnación va transformando el ignorante en sabio, hasta que ya no tiene nada más que aprender como Ser humano, se ilumina y entra a la siguiente octava de frecuencias vibratorias, transformándose en un Ser de Luz, en un  Maestro ascendido.

Maestros Ascendidos:
Entre las dimensiones 18 y 24, comienzan las jerarquías del Universo, los Maestros Ascendidos, que luego de haber pasado unos 39.000 aprendiendo y evolucionando como seres humanos a través de las millones de experiencias en cientos de vidas, ahora deben emplear el mismo tiempo -ciclo y medio cósmico- guiando y enseñando lo que aprendieron a los que vienen detrás en un proceso que no se interrumpe nunca. Allí continuan su proceso evolutivo ampliando su capacidad de atención a más y más almas, hasta que se transforman en Regentes.

Regentes:
Se sabe que hay Regentes continentales, planetarios, regentes galácticos, regentes de universos y de súper universos, pero no es mucha la información que tenemos sobre las entidades que existen una octava de frecuencia más arriba a los Maestros Ascendidos, entre las dimensiones 25 y 31.

Divinidades:
En lo más alto del triángulo de frecuencias vibratorias, entre las dimensiones 32 y 38 se encuentra la Divinidad. Existen tres clases de divinidades: Las Divinidades Creadoras de universos, realidades y códigos genéticos, las Divinidades Mantenedoras de esas realidades para que funcionen siempre de manera perfecta y las Divinidades Pedagogas, las encargadas de crear y activar los procesos que generan comprensión sobre todo lo creado, permitiendo que todos los seres individualizados evolucionen y se perfeccionen al acumular comprensión sobre el orden, el amor y la unidad.

Alfa y Omega:
Por último en los dos extremos opuestos, en la dimensión 39 y la dimensión 0, están el Alfa y el Omega. Los principios opuestos que generan el orden y los equilibrios temporales, las armonías dinámicas que dan lugar a todas las dimensiones intermedias manifestadas entre ellos. El Alfa es el Dios Padre, el principio positivo, masculino, activo, radiante que tiene la información que permite ordenar la energía en forma, función y conducta. El Padre es movimiento, es la onda cuántica que tiene posibilidades infinitas de manifestación. El Omega es el Dios Madre, el principio negativo, femenino, pasivo, concentrante, capaz de condensar la energía en una posición dentro del holograma de la realidad, de transformarla en infinidad de partículas que constituyen la sustancia material de todo lo manifestado. Es la interacción, el equilibrio temporal entre estos dos principios, el Yin y el Yang, el que permite el colapso de la onda de probabilidades infinitas -de la absoluta potencia de ser- en el momento que la consciencia escoge, decide, que forma material manifiesta para experimentar con ella. El Alfa y el Omega son como las dos caras de una moneda, las dos caras de Dios manifestado, no puede existir una sin que exista simultáneamente la otra. 

El Absoluto:
En la llamada Dimensión 40, encontramos el punto central de la esfera de creación donde permanece el Absoluto observando omnidireccionalmente lo que sucede en todas partes. Desde allí emana la energía que le da vida y consciencia a todo lo que existe. Ese punto tiene conexión instantánea con todos los otros puntos que conforman lo inmanifestado, la potencia de Ser que está en todas partes, la parte de El Todo que sostiene la realidad y que existe sin ningún cambio, en perfección homogénea sosteniendo la realidad. Actúa como un súper fluido, súper conductivo que no genera resistencia al paso o al movimiento de ondas por su interior. Es indetectable, sostiene en estado de constante neutralidad todo lo que se manifiesta, lo que toma forma. Su frecuencia vibratoria es infinita, por lo que su energía es absoluta. Allí está la gran mente de Dios, el espacio infinito, el gran contenedor que sostiene todo lo que existe y sucede. El contenedor de todas las dimensiones y frecuencias que conforman la infinita gradación de energía, la información de lo que sucedió durante la eternidad, lo que está manifestado en el presente y lo que como una onda de probabilidades tiene potencia de suceder en el futuro. Este orden dimensional perfecto que se ajusta al orden del espectro en que se descompone la luz, está diseñado para existan rangos de frecuencias que determinan el estado de la energía que allí se encuentra, energía en materia física, etérica, astral, mental, espiritual. Organiza también a las jerarquías del universo y a los dos principios fundamentales de la realidad manifestada el Alfa y el Omega.

Un cambio en la frecuencia vibratoria que exceda el rango de longitudes de onda de una dimensión, determina un cambio de estado de la energía a la condición de la siguiente dimensión, lo que produce un cambio fundamental en su constitución esencial. Por eso es imposible que aparezca un cuerpo físico en la cuarta o en la quinta dimensión sin haber transformado fundamentalmente su estado, sus características, funciones y la energía que lo compone para poder asumir las propiedades que permite el rango de cada dimensión. 

Las 40 dimensiones se muestran como un triangulo equilátero para facilitar la explicación de las 5 octavas de frecuencia que ordenan la realidad y la posición de las entidades que en ellas existen. Sin embargo la realidad es que ese triangulo es parte de la esfera de creación y las dimensiones son un degrade de frecuencias vibratorias. El vértice del triángulo que representa a la infinidad de frecuencias vibratorias es realmente el centro de la esfera de creación, en donde está el punto de contacto del absoluto con lo inmanifestado que en la siguiente gráfica sería como la parte negra del fondo de la imagen que sostiene a la esfera de creación del universo manifestado que flota en su interior. Desde cualquier parte en la superficie de la esfera -el abajo- ese centro siempre estará en el arriba.







domingo, 10 de agosto de 2008

Los equinoccios en la cultura Maya

Los Mayas encuentran los equinoccios, 2 únicos días de equidad al año en que la duración del día y la noche son iguales. Los solsticios 4 únicos días al año en que el sol sale exactamente en el mismo sitio del día anterior, se queda quieto, los otros 363 días siempre sale más adelante que el día anterior, avanza en su recorrido por la eclíptica. Entre el equinoccio de verano el 21y 22 de marzo, el solsticio de verano el 20 y 21 de junio, el equinoccio de invierno el 22 y 23 de septiembre y el solsticio de invierno el 21 y 22 de diciembre se encuentran las 4 esquinas del espacio Maya.

Esquinas que definen las 4 estaciones climáticas del planeta, que cambian fundamentalmente la radiación recibida por el sol, acelerando o retardando el crecimiento de todos los seres. Primavera, verano, otoño e invierno, la manifestación más evidente de la incidencia de la energía del sol sobre la vida en nuestro planeta.
Pero los Mayas se dieron cuenta que no todas las cosas tienen las mismas propiedades a pesar de estar todas expuestas a la misma luz del sol. Encontraron que el sol no es la única influencia energética.

La luna refleja la luz del sol influenciando con su fuerza de atracción todos los fluidos en el planeta, levanta las aguas del planeta y las vuelve a bajar suavemente. Se dieron cuenta que sus fases actuan sobre los estados de crecimiento. Encontraron que todos los planetas con sus movimientos tienen influencia sobre nosotros, toman la energía que necesitan del sol e irradian el sobrante hacia el espacio. Como una piedra que expuesta al sol irradia calor a su alrededor.

Es decir las posiciones relativas de los planetas son muy importantes, provocan el dia y la noche, la marea alta y baja, las épocas del año, las tormentas húmedas, la temperatura de la tierra, las aguas dulces y saladas. El sistema solar en su elíptica de 26.000 años que lo aleja y lo acerca al centro de la galaxia, gira alrededor de Alcyone, el sol central de la constelación de las pleiades.

Este movimiento es conocido por nuestros científicos con el nombre de la precesión de los equinoccios. Esta constelación es de suma importancia para los Mayas, inclusive una de sus estrellas lleva su nombre.

En la mitología griega las Pleiades eran siete hermanas hijas de Atlas y Pleione, de las que se enamoró Orión, el cazador gigante que vivía perseguiéndolas. Se llamaban Maia, Merope, Electra, Taygeta, Celaeno, Asterope y Sterope. Zeús para ayudarlas a escapar las convierte en palomas. Vuelan a convertirse en el conjunto de estrellas de la constelación de Tauro el toro.

Los Mayas encontraron en sus estudios que existen unos campos energéticos alrededor de todos los seres vivos, que son afectados por estos ciclos de energía en movimiento. El hombre Maya abre su mente al cosmos y conecta su corazón desde la tierra con nuestro Sol y de ahí con alción en las Pleiades, para llegar a Hunab-Ku en el centro de la galaxia. Así se mueve la energía conscientemente.

Los Mayas también encontraron que hay sitios geográficos que facilitan la conexión consciente con el universo, donde se mueven vórtices de energía. Hoy podemos verificar que en todos los cuerpos esféricos planetarios entre los 19 y 20 º de latitud sur y norte, se manifiesta en el plano físico un fenómeno que expresa el movimiento de la energía.

Miremos la Luna a los 19.5º Sur en la cara oculta aparece, una extrusión de lava llamada Mare Tsiolkovski, en su parte superior, está el Mare moscoviense. En el Sol la mayor cantidad de explosiones o manchas solares en la corona, se manifiesta a los 20º de latitud sur como en esta foto y a los 20º norte.Marte tiene el volcán Olympus, el más grande del sistema solar a 19.3º latitud norte. Venus tiene los volcanes activos Alpha& Regio a los 19.5º. El gran punto rojo de Júpiter está a los 19.5º latitud sur.
En Saturno la nave Voyager tomó unas fotografías de las nubes en movimiento y su movimiento más fuerte se encuentra a los 19.5º norte y sur. En Neptuno se encontro un punto oscuro a los 19.5º latitud sur. La tierra tiene el volcán más activo del planeta el MaunaKea en Hawai alos 19.5º de latitud norte. ¿Casualidades? Valdría la pena investigar las teorÍas al respecto de Richard Hoagland y su hipótesis de Cydonia.

Miremos el sitio donde vivieron los Mayas en nuestro planeta y analizemos geométricamente al planeta.Un cuadrado contiene la esfera, colocamos una línea sobre el Ecuador a los 0º y otra vertical a los 90º de longitud. Contengamos el cuadrado en otra circunferencia, si dibujamos dos triángulo equílateros veremos que sus bases se encontrarán a 19.5º de latitud sur y norte.

Tercera Profecía Maya

La tercera profecía nos dice que el Sol  aumentará la cantidad y la intensidad de las erupciones solares, lo que también contribuirá a producir un aumento en la temperatura del planeta.

Los Mayas estudiaron principalmente el comportamiento del Sol. Sabían que  produce la luz  y los ciclos que hacen posible la vida en la tierra. Sus estudios son la base de las profecías sobre los tiempos que vivimos y que hablan de cambios en Sol. Nuestros científicos actuales, tienen varios satélites dedicados a exclusivamente estudiar al sol, una de las 100 billones de estrellas en nuestra galaxia. El sol tiene ciclos que cambian sus niveles de actividad cada 11 años, rota sobre su eje una vez cada 27 días.

Hoy sabemos que nuestro Sol contiene el 99.8% de la masa del sistema solar. No es un cuerpo sólido como la Tierra,  está compuesto principalmente de gases. El 75% es hidrógeno que permanentemente se convierte  en helio a través de una reacción de fusión nuclear a altísimas temperaturas en su núcleo. Al hacerlo produce una enorme cantidad de energía en forma de radiaciones y partículas que  irradia hacia afuera, hacia su superficie, hacia el sistema solar. 

Emite radiaciones de onda corta como los rayos X, los rayos ultravioleta, la luz visible y la radiación infraroja de calor. Emite partículas de plasma de hidrógeno y helio,  llamadas  viento solar Salen disparadas en un chorro parecido al que produce un aspersor de agua.

La luz, el calor y el viento solar las recibimos en la tierra. El planeta tiene a su alrededor una campo de fuerza magnético, un escudo de protección con forma esférica de tres veces su tamaño.

Este escudo llamado la magnetoesfera, contiene a la atmósfera del Planeta. En su parte más alta se encuentra la ionosfera, donde el oxígeno y el nitrógeno que respiramos interactúan con las partículas de helio e hidrógeno que llegan con el viento solar. Allí se poduce el ozono al reaccionar el oxígeno con los rayos ultravioletas. Estas particulas de viento solar traen una energía contenida en sus electrones de varios cientos de voltios,  que cargan eléctricamente la atmósfera del planeta en la ionosfera.

A veces aparecen manchas solares en la superficie del sol, regiones con campos magnéticos muy fuertes que producen fuertes estallidos de plasma en el Sol. Al hacerlo  irradian  hacia la Tierra, llamaradas con la fuerza de miles de bombas de hidrógeno, cantidades inusuales de luz, calor y partículas de  viento solar con alta energía. La atmósfera recibe  la carga de esta energía inusual causando tormentas eléctricas. 
Los rayos producen daños en los transformadores de las  redes que llevan la electricidad a nuestras casas, ocasionan pérdidas de información en los computadores.

El viento Solar daña los componentes electrónicos o los páneles solares de los satélites, ocasionando  interrupciones en las comunicaciones y en los sistemas de posicionamiento y de navegación. 

Los Mayas tuvieron su mente abierta siempre al cosmos, su religión fue eminentemente astronómica, comprendieron que el ser humano no es más que una proyección de energía y que sin energía no hay materia. Encontraron que esa energía depende del Sol, que todo ser viviente, animal , vegetal, planta mineral o metal no puede existir sin la invisible fuerza del Sol. Si falta la luz del Sol se hace lenta la vida, por eso dormimos cuando no está presente.

Encontraron que la energía se mueve en ciclos y que el ciclo básico depende del giro de la tierra sobre su eje y de la posición alrededor del sol. De él se deriva la comprensión sobre el número 4. En su busqueda por aumentar la energía interna, se dieron cuenta que la aparición del sol en el horizonte por el este y su desaparición por el oeste, definía la manifestación más importante de la dependencia humana de la fuente de energía.

Definieron su concepción del espacio basados en ese movimiento básico, simbolizaron  las cuatro direcciones cardinales,  la esfera terrestre en su centro y sobre ella la esfera celeste, el dominio de Kinich Ahau. Cuatro direcciones cardinales, que también encuentran manifestadas en el cuerpo humano, en los dos brazos y las dos piernas, que definen el espacio donde se mueve nuestra energía interna.

Y en los elementos básicos manifestados por la energía, que encuentran a su alrededor: el fuego, el agua, aire y la tierra. Crean entonces un espacio virtual a nivel planetario en donde existe la tierra siempre en movimiento alrededor del Sol. Encuentran que este espacio tiene 4 esquinas definidas por las posiciones extremas de ese movimiento.

La gran rueda de los 13 Baktunes

El hombre Maya se sincronizaba a diferentes escalas con los ciclos de la naturaleza, así aprovechaba conscientemente al sol para aumentar su energía vital y producir estados de unidad de consciencia.

La primera escala es muy íntima y cercana, se siente con el latir del corazón, que cambia de ritmo al estar despiertos o dormidos. La cantidad de energía que recibimos del sol produce el ciclo básico del hombre. En el día la recibimos directamente, con abundancia , en la noche muy poca, sólo la reflejada por la Luna.
Los Mayas llamaban al dia Kin. Era su unidad de medida básica para el paso del tiempo a ella se refieren todas las otras unidades de medida.

Los Mayas encontraron que un número y un día son una misma cosa, representan la unidad básica de medida relativa al sol, el Kin, el dia. Vieron también que dependiendo de la energía que se recibiera del Sol, cada día era distinto a los otros días, mueve la energía de manera diferente, produce una sensación distinta,  distintos estados de ánimo, distintos estados de la mente, del espíritu.

Lo que diferencia  fundamentalmente un día de los otros, es la ubicación del Sol y la Luna,  la cantidad de energía que envían a  la tierra produce una frecuencia de vibración distinta y  distintos sucesos naturales.Entonces, cada Kin, cada día suena, convirtiéndose en la base de una canción que produce todo el universo. Cuando el hombre siente esa melodia, se sincroniza con ella, con todo lo que existe y encuentra su felicidad.

20 días sucesivos conformaban un "Uinal", un mes. Es la primera armonía producida por los días, al moverse la Tierra alrededor del sol. Es la armonía que escucha  la comunidad cuando siente el ritmo de la tierra. Cada "Uinal" tiene su propio nombre, 20 nombres o vibraciones diferentes,  que se repiten en ciclos indefinidamente.

18 Uinales de 20 días se agrupan en el año Maya, El Tun. Es la melodía que la tierra y el sol producen en su recorrido enamorado. 
Una medida necesaria para predecir los cambios, de estaciones y de clima producidos por el  sol,  que afectan su vida,  sus actividades, los tiempos de siembra y cosecha. Cada año, cada Tun, el planeta gira 360º alrededor del sol, para ellos cada grado recorrido en la circunferencia representa un Kin, un día. Por eso su año tenía 360 kines.

Como el año solar tiene 365 días, lo completan con 5 kines adicionales de transición,  llamados Uayeb, considerados nefastos, de mal aguero, en los que no se hacía ninguna actividad, sino purificarse y festejar la llegada del año nuevo.

20  Tunes  producen un Katun, una  nueva unidad de medida, 20 años o 7.200 kines. Esta escala siente la canción armoniosa, el ritmo del sistema solar. Sirve para determinar las posiciones en que cada uno de los planetas reflejan de mejor manera la luz del sol hacia la tierra.

20 Katunes producen un Baktun, 400 tunes o años mayas, 144.000 kines. El ritmo aumenta nuevamente  20 veces, a una escala cósmica,  Una medida que aparece en la Biblia, en el apocalipsis.

El capítulo siete, versículo tres dice: "Oí también el número de los señalados, que eran ciento cuarenta y cuatro mil…"Es la medida Maya básica de tiempo para toda la galaxia, el ciclo que permite sentir los movimientos del sistema solar alrededor del sol central. 13 medidas de 400 tunes producen 5200 tunes que es el tamaño del ciclo galáctico.

13 Baktunes dan la medida del gran ciclo del sistema solar  en su giro por la galaxia, 5200 años mayas  de 360 kines, entre rayo sincronizador y rayo sincronizador. Equivalen a 5.125 años nuestros de 365 días.

Ellos lo llamaban la gran rueda de los 13 Baktunes, un ciclo de tiempo en el que el sistema solar produce una canción galáctica, el tiempo prudencial que da el universo, para que una civilización se desarrolle y culmine un proceso evolutivo.
Es la unidad base de tiempo que da realidad a las profecías Mayas. 5.125 años de nuestro calendario, 5200 años del calendario Maya. Atravezando el último Katún, los últimos 20 años de ese periódo de tiempo es donde nos encontramos ahora en 1999.

En el tiempo del No-tiempo, en el momento de cambio evolutivo que nos explicaba la primera profecía y que vimos en el programa pasado. En los últimos 13 años de nuestra civilización a punto de entrar en la luz de la galaxia. Cuando la esencia del hombre se afina o se sincroniza con la esencia de los días, logra estados superiores en la mente y en el espíritu. Experiencias de ser y de sentir, como la telepatía, los poderes de sanación y la capacidad de mirar en el tiempo. Cuando los Mayas entienden esto, deciden representar esas sensaciones, esas cualidades, esas vibraciones, esos sonidos que producen cada número y cada día, en un símbolo.

La mente del hombre permite interiorizar fácilmente la sensación que produce un día a través de un símbolo que lo represente universalmente, un arquetipo.El símbolo tiene un efecto inmediato en la manera de sentir y pensar del hombre,  permitiéndole ordenar su universo interno y externo.

La simbolización de los días permite visualizar fácilmente las cualidades del día que se vive y de los otros que vienen. Esto permitie al hombre tomar decisiones inmediatas y predecir como puede ser el mismo día en el año entrante, volviendo el cambio predecible. El calendario se convierte en un oráculo para predecir la vida.
Los Mayas representan cualidades y sensaciones en los símbolos solares sagrados, 20 glifos,  cada uno representa un estado del espíritu. Comprobaron que interiorizándolos  lograban aumentar su energía interna y sincronizarse con la naturaleza.

El cuerpo físico, el molde astral y el espíritu

Los Mayas veían la vida como un proceso eterno de perfeccionamiento. Su concepto del  tiempo no es fatalista, ni centrado en la muerte, en el miedo a un final definitivo. La muerte es sólo un momento de transición a otro estado, a otro curso de aprendizaje. No representa el fin de la vida. Para ellos la vida es eterna, nunca termina, es un proceso eterno y repetitivo. Un ritmo, donde todo nace, vive, muere y vuelve a nacer. Un proceso eterno hacia maneras distintas de  evolución de la materia y de la consciencia.

Creían en la reencarnación. Es la manera como la energía-información llamada espíritu, avanza en un proceso de perfecionamiento eterno. En cada vida se nace para aprender y  algo nuevo, algo distinto. Llamaban "Caput-sigil", a la re-encarnación, que significa, volver a experimentar la vida. Nuevas experiencias que permiten al espíritu una mayor comprensión de la vida, cada vez mas sabiduría, más perfección.

Creían que todo ser humano estaba formado por la suma de tres partes, el cuerpo físico , el molde astral que le da la forma al cuerpo y el espíritu que le da la vida.
A la materia física, al cuerpo, lo llamaban "Widil-lil", que significa "Ser en vibración constante". Al molde astral,  al alma la llamaban  "Pixan", que quiere decir "Forma del Ser", el molde de la materia en vibración, lo que contiene al cuerpo físico. Para ellos el alma es lo que contiene al espíritu, son dos partes distintas.
Al espíritu lo llamaban "Inhan"que quiere decir "ser de sol", lo que se perfecciona eternamente.

Sus sacerdotes escribieron códices enteros sobre la energía, el hombre Maya se veía así mismo como un ser vibrante de energía que depende del Sol. 
El cuerpo no es otra cosa que luz condensada, las enfermedades vibraciones bajas, desarreglos energéticos. La muerte no es más que una transformación, un cambio de Pixan, que le dara forma a otro ser, donde encarnará nuevamente el inhan, el espíritu.

Creían que el hombre re-encarnaba repetidas veces, en vidas y cuerpos distintos, en tiempos y lugares diferentes. Que es un ser espiritual viviendo una experiencia humana. Creían que esas vidas se experimentaban para comprender el amor.
La vida existe para contener a la diversidad,  para vivir más experiencias, más posibilidades distintas de ser y sentir, para comprender que lo importante es fluir, que se vive para amar.

Unas vidas son afortunadas para aprender a manejar la abundancia, otras son difíciles para experimentar la escasez y la pobreza y así entender que es la vida misma lo que importa. El concepto Maya más  importante  para cambiar el comportamiento del hombre,  es el considerar todo lo que existe, como otra parte de si mismos. Al  sentirse como un solo ser vivo con lo creado a su alrededor,se producen en el espíritu un estado de sensibilidad  hacia todo, un respeto, un cuidado, un amor que sólo puede conducir al bien común.
Esto aumenta la intuición, facilita la conexión telepática de los unos con los otros, la aparición de la mente colectiva y la armonía, que es el propósito del universo con los cambios que se avecinan.

El hombre actual puede facilitar el proceso de cambio y renovación, que comenzamos a vivir. Disminuir su impacto o evitar los sucesos de destrucción; si ve y siente todo lo que existe a su alrededor como otra parte de si mismo. Para los Mayas, Dios Hunab-Ku,  es un organismo gigantesco, una enorme mente que contiene a todos los hombres, en la que todo vive, donde todo está conectado y forma parte integral de cada uno.

Hunab-kú, es la fuente de energía, de la información total del universo. Pulsa y transmite la información que lo coordina todo. Irradiando eternamente desde  el centro de la galaxia, como el corazón que al palpitar coordina todo el cuerpo humano. Creian que Hunab-ku se manifestaba en  ondas, ondas de información, ondas de luz, ondas de energía, ondas de sonido, ondas de pensamiento, ondas de amor.
 
Creían que este ser vivo que contiene todo, estaba creciendo, desplegandose y al hacerlo daba nacimiento  a soles, a estrellas, a planetas,  seres vivos con corazón y mente, que sienten y piensan. Y sobre ellos, a los hombres, a las mujeres, a los niños, que no son otra cosa que seres de luz, estrellas, futuros soles.
Seres vivos en escalas distintas. Unos más grandes, otros más pequeños, unos contienen a los otros y estos contienen a otros más pequeños todavía y así sucesivamente, todos vivos y conectados entre sí.

Segunda Profecía Maya

La segunda profecía Maya,  nos dice que el comportamiento de toda la humanidad cambiará rápidamente, a partir del eclipse de sol, del 11 de Agosto de 1999.  Un eclipse en el que veremos un anillo de fuego recortado contra el cielo. Un Eclipse sin precedentes en la historia, por la alineación en cruz cósmica con centro la tierra, de casi todos los planetas del sistema solar. Se posicionan en los cuatro signos del zodíaco,  que son los signos  de los cuatro evangelistas, los cuatro custodios del trono, que protagonizan  el apocalipsis según San Juan. Además la sombra que proyecta la luna sobre la tierra, atravesará a Europa pasando por Kosovo,  luego por el Medio Oriente, por Irán y por Irak, para luego dirigirse a Pakistán e India. Parece predecir una sombra de guerra y de conflicto.

Los Mayas dicen, que a partir de ese eclipse, el hombre  perderá fácilmente el control de sus emociones o afianzará su paz interna, su comprensión y su tolerancia, evitando los conflictos. Esta época de cambio en que vivimos es la antesala de la Nueva Era. Antes del amanecer es cuando más oscura es la noche. 
El final de los tiempos es una época de conflictos y de grandes aprendizajes, de guerras, de separación, de locura colectiva que generará simultáneamente procesos de destrucción, de sufrimiento y de evolución.

La segunda profecía  dice que la energía que se recibe del centro de la galaxia aumentará y acelerará la vibración, el latir de todo el universo, para conducirlo a una mayor perfección.  Esto producirá cambios físicos en el sol, en la tierra y cambios psicológicos en el hombre, alterará su comportamiento, la manera como siente y como piensa. Se transformarán las relaciones y la manera de comunicarse, los sistemas económicos, sociales de orden y justicia. Cambiarán  las creencias religiosas y los valores aceptados. El hombre se enfrentará a sus miedos, a sus angustias, a lo que lo hace sufrir, a lo que no lo deja ser feliz, para resolverlo, sanarlo y poder así vibrar más alto con el planeta y con todo el universo.

La humanidad se enfocará hacia lo negativo, podrá ver claramente lo que está haciendo mal, pues ese es el primer paso para cambiarlo y conseguir la unidad que permite la aparición de la consciencia colectiva. Se incrementarán los sucesos que nos separan y los sucesos que nos unen. La inestabilidad emocional, el miedo, la agresión, el odio, las familias que se disuelven, los enfrentamientos por ideología, religión, moralidad o nacionalismo. Simultáneamente, más personas encontrarán la paz, aprenderán a controlar sus emociones,  habrá más respeto, serán más tolerantes y comprensivas, encontrarán el amor y la unidad.

Se harán más evidentes los hombres con un altísimo nivel de energía interna, aparecerán personas con sensibilidades y poderes intuitivos para la sanación y muchos farsantes que sólo pretenderán hacerlo para obtener provecho económico. Los Mayas predicen que 1999 es la época de El tiempo del No-Tiempo, la etapa de cambios rápidos necesarios para renovar los procesos geológicos, sociales y humanos. 

Al final del ciclo cada uno es su propio juez. cuando el hombre entra al "gran salón de los espejos",  al juicio final, para examinar todo  lo que hizo en la vida. Las cualidades que logró desarrollar en la vida, la manera de actuar, día tras día, su comportamiento con los demás, su respeto por el planeta,  lo clasificará. Todos se auto-ubicarán, entre los que  conservan la paz y la armonía, comprendiendo lo que sucede como un proceso de evolución en  el universo. O entre los que por ambición, angustia, miedo, agresión o frustración no entenderán nada y sólo culparán a la vida, a los demás o  a Dios, por  lo que sucederá.

Los ciclos de Hunab-ku

Maya, viene de Mayab que significa "sitio de el planeta tierra llamado Yucatán". Para los Hindues, Maya significa  " ilusión" . Para ellos todo lo quecambia es ilusión,lo que permanece, lo eterno es el espiritú. Maya tambien significa  "Mente, Magia, Madre". Maya, Maia, y María son una misma palabra y curiosamente la madre de buda se llamaba Maya, y la Madre de Jesus, María. Nuestro mes de Mayo, se llama así en honor a la Diosa romana Maia, la diosa de la primavera, del florecimiento. En filosofía esoterica, Maya significa mente que se libera del cuerpo, para moverse a grandes distancias con plena consciencia.

Tendrá este último significado algo que ver con la desaparición de casi todo el pueblo Maya,  en el año 830 D.C.?  Desaparición  voluntaria y consciente, abandono de sus ciudades y de sus casas en el momento de mayor desarrollo de su civilización ? La primera profecía, fue posible gracias a los estudios sobre el Sol, que hace 1.200 años, permitieron a los Mayas descubrir, que el sistema solar entero se movía.

Que el universo tiene ciclos, períodos de tiempo repetitivos que comienzan y terminan, como el día y la noche.Descubren que nuestro Sistema Solar se desplaza,en una elipse que lo aleja y lo acerca del centro de la galaxia. Es decir que el Sol y todos los planetas se mueven ciclos, en relación con Hunab-ku, la luz central de la galaxia.

Encontraron que esa elipse, ese giro completo, ese ciclo que realiza el sistema solar, dura 25.625 años. A este ciclo lo podemos llamar el día galáctico. La  mitad de este recorrido, digamos 12.800 años, estamos cerca del centro de la galaxia, de la luz, es decir iluminados, en el día de la galaxia.

La otra mitad del recorrido, los otros 12.800 años, estamos cada vez más lejos de la luz central, es decir en la sombra, en la noche de la galaxia. Como quien dice, hay día y noche en la galaxia, pasa lo mismo que en nuestro planeta,  pero a un nivel más grande. Cada día y cada noche, dura 12.800 años.

Descubren que dentro del gran ciclo,hay contenidos unos ciclos menores, que llevan la misma secuencia y tienen las mismas caracteristicas que los ciclos mayores, solo que ha diferente escala. Esos días y noches de la galaxia, tienen a su vez ciclos menores, como los que suceden en nuestro planeta.

El día galáctico de 25.625 años esta dividido en cinco ciclos de 5.125 años cada uno. El primer ciclo es la mañana galáctica,   cuando el sistema solar acaba de salir de la oscuridad para entrar en la luz, es un período de gestación, de conformación.


El segundo ciclo es el  mediodía de la galaxia, donde el Sol central es muy fuerte, una etapa de desarrollo, que culmina en su mayor expresión. El tercero ciclo,es la tarde, donde se comienza a sentir menos su luz.

Luego viene el cuarto ciclo,  el atardecer  que se convierte en noche, donde se realiza una toma de consciencia de todo lo hecho y por fin,la conclusión, el quinto ciclo, la profunda noche, que vuelve a dar paso a un nuevo amnecer, a otros 5 ciclos y así eternamente. La primera profecia,nos dice que  el sistema solar en 1999, está saliendo de el último de esos ciclos, que nos encontramos en el amanecer de la galaxia, saliendo de la oscuridad y a punto de entrar en el pleno día  galactico. Dice que al final y al comienzo de estos ciclos, es decir cada 5.125 años, el sol central de la galaxia emite un rayo luz muy intenso, es decir brilla poderosamente, iluminando a todo el universo. Este brillo, este rayo de luz lo hace para sincronizar a todos los planetas y soles de la galaxia. Es como el latir luminico del corazón de la galaxia.Palpita cada 5.125 años. Nos dicen tambien los Mayas, que ese brillo, ese resplandor inmenso, ese periódo de transición,  que marca el final de un ciclo y el comienzo de otro, dura 20 años, un Katún lo llaman ellos.
  
En ese período de 20 años, en el tiempo del No-Tiempo, nos encontramos  prescisamente  ahora. Es un momento evolutivo, una etapa corta pero intensa dentro de los grandes ciclos, donde pasan cambios muy rápidos, para completar una experiencia, o para impulsarnos hacia una nueva etapa de evolucion como individuos y como humanidad.

La primera profecia habla de un ritmo, de un orden que existe en el universo.El hombre Maya  es bastante poderoso: Domina y posee el número, que le permite hacerse dueño del tiempo. Su cuenta le permite saber que todos los planetas tienen ciclos y  giros invariables. Estamos en el periódo de No-Tiempo, y como individuos tenemos que tomar una desicion, que nos afectará a todos. Si continuamos en este curso negativo, de odio los unos por los otros, de destrucción de la naturaleza, de miedo y egoísmo, iremos directo a la destrucción, de vuelta al caos y desapareceremos  como especie pensante del Planeta.

Si tomamos conciencia  y nos damos cuenta que todos formamos parte de un organismo gigantesco, que debemos amarnos los unos a los otros, que al dar, recibimos, que debemos sanar a la madre tierra, ocuparnos de su purificación  y limpieza, iremos  directo al crecimiento positivo. La naturaleza, nuestro sol, la galaxia, está esperando nuestra desición. De ella depende como se suceda el cambio de los tiempos, si en medio de dolor, destrucción e inconsciencia, o por el contrario, unidos todos en una  consciencia  positiva, dirigidos hacia la perfección, hacia el siguiente peldaño evolutivo.

El tiempo del No-tiempo

La primera profecía nos habla de "El tiempo del No-tiempo". Un período  de 20 años, llamado por ellos un Katún, los últimos años de ese gran Ciclo Solar de 5.125 años. Es decir, desde 1992 hasta el año 2012. Profetizarón que durante ese tiempo, manchas de viento solar, cada vez más intensas, aparecerián en el Sol. Que desde 1992, la humanidad entraría en un último período de grandes aprendizajes, de grandes cambios.Que nuestra propia conducta de depredación y contaminación del Planeta, contribuiría a que estos cambios sucedieran.

La primera profecía nos dice que estos cambios van a pasar,  para que comprendamos como funciona el universo, y al hacerlo avanzemos  hacia niveles superiores, dejando atras el materialismo y liberandonos de la ignorancia y el sufrimiento.

El libro sagrado Maya del Chilám Balám, nos dice: "En el trece Ahau,al final del último Katún (1992,2012), el Itzá (la civilización) será arrollada y rodará Tancáh (las ciudades) ....Habrá un tiempo en que estáran sumidos en la oscuridad, y luego vendrán trayendo la señal futura los hombres del sol... despertara la tierra por el Norte y por el poniente. El Itzám despertará..." 
La primera profecía nos dice que siete años despues, del comienzo de el último Katún, es decir en 1999, comenzará  una epoca de oscuridad que nos enfrentará a todos con nuestra propia conducta. Y que las palabrás de sus sacerdotes serán escuchadas por todos nosotros, como una guía para despertar.

Ellos hablan de esta epoca, como el tiempo en que la humanidad entrará al "Gran Salon de los espejos".Un epoca de cambios, para enfrentar al hombre consigo mismo, para hacer que entre al Gran salón de los espejos y se mire. Que mire y analize,  su comportamiento con el mismo, con los demás, con la naturaleza, con el planeta a donde vive, y que se pregunte sobre su relación con Dios.
Una epoca para que toda la humanidad, por desición consciente de cada uno de nosotros, decida cambiar y eliminar  el miedo, el odio y el irrespeto de todas nuestras relaciones, y al hacerlo entremos a una Nueva Era de armonía.

Los Mayas profetizan que el comienzo de esa epoca estará marcada, por un eclipse de Sol, que coincide con una alineación planetaria sin precedentes en la historia.  Predicen que ese eclipse de Sol, ocurirá el miercoles 11 de agosto de 1999. Dicen que este año, será uno de los años más movidos en la historia de los últimos 5.125 años.

Es el comienzo del Cauac, el número sagrado 19, que pronostica la tormenta, la nube, el trueno, la gran transformación que precede al cambio de los tiempos. A partir de esta fecha,13 Ahau, 8 Cauac,  comienzan  a correr los últimos 13 años, la última oportunidad para nuestra civilización, los últimos momentos para realizar los cambios que nos conduzcan al momento de la regeneración espiritual y a una nueva era dorada planetaria.

Primera Profecía Maya

La primera profecía, habla del final de los miedos que vivimos. Dice que nuestro mundo de miseria, odio, depredación, esclavitud y materialismo, terminará  el sabado, 22 de diciembre, del año 2012.Que para ese día, la humanidad deberá escoger entre, desaparecer como especie pensante, que amenaza con destruír el planeta,  o evolucionar  hacia la integración armonica con todo el universo, comprendiendo que todo esta vivo y  consciente. Que somos parte de ese todo, y que podemos existir unidos, en una Nueva Era de luz para todos, de paz, amor, libertad y respeto, con la esencia de la naturaleza y en la inmensidad de la Galaxia.

La primera profecía, dice que nos quedan 13 años, solo 13 años, para realizar los cambios de conciencia y actitud, de la que nos hablan, para  desviarnos del camino de odio, miedo, destrucción y caos por el  que avanzamos, hacia uno que abra nuestra consciencia y nuestra mente, para integrarnos con todo lo que existe.

Los Mayas sabían, que nuestro Sol, ellos lo llamaban, Kinich-Ahau,es un ser vivo, que respira, y que cada cierto tiempo,se sincroniza con el enorme organismo donde existe. Que al recibir un chispazo de luz del centro de la galaxia, brilla más intensamente. Produciendo en su superficie, lo que nuestros científicos llaman, erupciones solares y cambios mágneticos. Ellos dicen que esto sucede cada 5125 años. Que la Tierra se ve afectada por los cambios en el Sol, al moverse su eje de rotación, produciendo grandes cataclismos.

Para los Mayas los procesos universales, como la respiración de la galaxia, son eternos, ciclicos, constantes y nunca cambian. Lo que cambia es la consciencia del hombre que pasa a través de ellos, siempre en un proceso hacia más perfección, más amor.

Basados en sus observaciones, los Mayas predijeron que a partir de la fecha inicial de su civilización, de 4 Ahau,8 Cumku, es decir desde el año 3113 A.C. 5125 años en el futúro  o sea el sabado, 22 de Diciembre, del año 2012. El Sol, al recibir un fuerte rayo sincronizador de el centro de la galaxia, cambiará su polaridad y producirá un gigantesca llamarada radiante.

Para entonces, la humanidad debe estar preparada para atravesar la puerta que nos dejaron los Mayas, transformando la civilización  actual basada en el miedo, a una de vibración mucho más alta de amor. Solo de manera individual, se puede atravezar la puerta, que permite evitar el gran catalismo que sufrirá el planeta, para dar comienzo  a una Nueva Era, un Sexto Ciclo del Sol.

Los Mayas aseguraban que su civilización, era la quinta iluminada por el  Sol, Kinich-Ahau, el quinto Gran Ciclo Solar. Que antes habían existido sobre la Tierra, otras cuatro civilizaciones  que fueron destruídas por grandes desatres naturales. Creían que cada civilización, es solo un peldaño en el ascenso y la perfección de la conciencia colectiva de la humanidad. Creían que en el último gran cataclismo, la civilización  habia sido destruida por una gran inundación que dejó unos pocos sobrevivientes, de los cuales ellos eran sus descendientes. Que conociendo el final de esos ciclos, muchos seres humanos se prepararon para lo que venía, logrando conservar sobre el planeta a la especie pensante: el hombre.

Nos dicen, que el cambio de los tiempos permite ascender un peldaño en la evolución de la consciencia.Dirigirnos hacia una nueva civilización, que manifestará  mayor armonía, sabiduría, comprensión ,amor  y satisafacción  para todos los seres humanos.