domingo, 7 de agosto de 2016

LA CONCIENCIA EVOLUCIONA AJUSTADA A UN ORDEN DIVINO



Hoy quiero presentarles el nuevo logotipo que va identificar -a partir de ahora- a Arcobaque. Durante un buen tiempo ocupamos la ayuda de varias personas, excelentes diseñadores gráficos, especialistas en mercadeo y comunicadores, buscando esa imagen que se mostraba muy elusiva y una frase que la iluminara. Sin embargo a pesar que nos aproximamos a lo que buscábamos, unas veces no me satisfacía a mi, otras veces a Jose, y como el acuerdo era que debía gustarnos a ambos y satisfacer todas las expectativas que habíamos determinado en un proceso creativo inicial, seguíamos adelante.

Hasta que saturado del proceso que no llegaba a ninguna parte, en una madrugada durante la meditación que trato de hacer regularmente, decidí pedir ayuda a los Maestros. Reflexioné sobre lo que ya habíamos encontrado y vi claramente que los contenidos de la consciencia surgían del Vescica Piscis, por lo que su forma almendrada debía ser parte fundamental de ese logo. Se hizo presente también en ese momento la Octava que ordena la transformación de todo lo que cambia. Reflexione sobre todo eso y en ese momento Zas! vi en mi mente el logo que buscábamos. Prendí la luz de mi mesa de noche y tomé un cuaderno que siempre mantengo allí para escribir o dibujar lo que pueda surgir y lo dibuje a grandes rasgos. Al día siguiente lo dibujé en el computador se lo mostré a Jose y a ella le encantó. Mientras lo dibujaba reflexione acerca del mensaje que ese logo busca transmitir: que la conciencia evoluciona ajustada a un orden divino. Hoy decidí compartir con Ustedes las reflexiones que condujeron a ese logo. 

Hay intervalos en que todo el Ser -el Único Ser- está en un estado de profunda absorción meditativa, en éxtasis espiritual. Vacío de conceptos y formas permanece neutro, sin dualidad sujeto-objeto, ensimismado en su siempre presente Ser. En absoluta quietud, porque vibra a infinita velocidad, tan rápido que permanece totalmente quieto. No percibe el paso del tiempo porque su estado es constante, sin fluctuaciones, en el eterno presente nada cambia su homogéneo gozo de Ser. 
Totalmente libre, no esta limitado por la forma, el espacio, ni el tiempo, esta en todas partes siempre presente y omnipotente, descansa, sin perder su capacidad para abandonar su equilibrio perfecto. Hasta que cíclicamente, un punto cualquiera de su Ser -igual a la infinitud que lo conforma- despierta, su estado se torna alerta y se observa asimismo con  imparcialidad. 
El observar al Ser, sitúa ese punto en una realidad independiente. Observa lo que Es y al hacerlo lo unifica, ve que es coherente, todos los puntos que lo conforman interconectados. 
La otra parte de ese Ser, no se inmuta, sabe que es indestructible. Sabe que su propia perfección, su propio orden, impide la aparición de lo impredecible, del caos o del azar que podría auto-destruirlo. Y continúa absorto en si mismo.
El Ser Punto despierto y alerta se pregunta, Quien Soy? Hasta cuando existiré? Hay alguien más aquí con quien interactuar? Porqué estoy aquí? Que puedo hacer o crear? Al enfocarse deliberadamente en simismo, origina una intención, manifiesta el deseo de saber sobre si mismo y al hacerlo crea la Consciencia. La Consciencia tiene un propósito, encontrarle comprensiones al Ser sobre si mismo, verificar cual es la esencia de algo  infinito. 

Desde ese punto despierto y alerta, expande su percepción omnidireccionalmente buscando darle respuesta a esas preguntas.  
A pesar que avanza y avanza en todas las direcciones simultáneamente, no encuentra nada distinto al mismo Ser homogéneo e imperturbable. La exploración lleva la Consciencia a comprender que no puede comprender lo infinito, ni lo eterno, que para comprender algo, tiene que limitarlo en el espacio y limitarlo en el tiempo, tiene que experimentarlo, sentirlo y serlo. La única manera que puede darle las respuestas que busca el Ser Punto sobre el Ser Infinito del que es parte, es con una infinita sucesión de comprensiones finitas. Eso le parece coherente y divertido al Ser Punto, no solo puede encontrar respuestas sobre si mismo, sino que puede observar y divertirse con los experimentos y experiencias de su Consciencia. 

La Consciencia decide entonces limitar la exploración al volumen del Ser contenido en la esfera de la que en ese momento es centro. Sin embargo a la Consciencia aún no le surgen comprensiones de ese espacio limitado, más allá del saber que tarde que temprano se va a aburrir de sostenerlo y va a regresar ineludiblemente al Ser Absorto y homogéneo. 
Decide entonces duplicar exactamente ese espacio conocido -que tiene al Ser Punto en su centro- para buscar respuestas haciendo interactuar dos esferas iguales consigo mismas. 
Desplaza la copia exacta del Ser Punto hasta la superficie exterior de la esfera inicial, la que contiene su primer espacio conocido y Zas!  
En ese momento en la intersección de las dos esferas aparece el Vescica Piscis. La almendra de la que surge toda la Sapientia Prisca, la Geometría Sagrada, las Progresiones Matemáticas Divinas, las Proporciones Aureas, los Fractales, las Funciones y las Conductas Esenciales Naturales y los Códigos Genéticos de todo lo que puede existir.  
Inherente al Único Ser, surge el Orden Divino que permite que la Energía tome infinidad de formas limitadas, actuales, presentes y temporales capaces de interactuar entre ellas para crear experiencias y que de ellas surjan las comprensiones que busca acumular la Consciencia para el paradójico Ser Punto, alerta y despierto. 
Del Vescica Piscis surge también un Patrón Divino que ordena todo lo que cambia -la Octava escalar que basada en el número 7- garantiza que la Consciencia que toma forma ajustada a la Sapientia Prisca, evolucione al ir acumulando comprensión sobre la esencia del Único Ser: el Amor y el Orden. Así logra su máxima perfección en el nivel que existe para ascender inmediatamente al siguiente, hasta que todo regresa a la perfección absoluta de la  que surgió. 
Ese Patrón Divino -compuesto por 7 arquetipos o principios ordenadores- se deja ver, para que nosotros los hombres podamos darnos cuenta que existe, en los 7 colores monocromáticos en que se descompone la luz. Se revela también en las 7 notas musicales; En los 7 cuerpos celestes que podemos ver a simple vista -el Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno; En los 7 metales -Plomo, Estaño, Hierro, Cobre, Mercurio, Plata y Oro; En los 7 Sistemas Glandulares del cuerpo humano, en los 7 Chacras que lo conectan a lo  sutil…
De esta manera inherente al Único Ser, se manifiesta cíclicamente un orden que da lugar a infinidad de mentes libres e individuales y a su integración perfecta en una Gran Mente colectiva que le da forma a la realidad. 

Después de darle forma, interacción y experiencia a un Universo, el Ser Punto satisfecho de las comprensiones que su Consciencia acumuló para el, regresa satisfecho a descansar en la homogeneidad, la absoluta quietud, y la perfección del Único Ser. 

En esa experiencia temporal y limitada, de Ser Universo, fue simultáneamente Ser Absorto, Ser que Observa y Ser que Actúa.  La triada que complementa el logo de Arcobaque.


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