La realidad está construida en base a opuestos para permitirle a tu consciencia discernir fácilmente entre los pensamientos, decisiones y conductas que surgen inducidas por tu Ser y los que surgen impulsadas por tu ego. Necesitas experimentar los estados de Ser y los de No-ser, para que adquieras certezas sobre como generar y mantener tu felicidad, para que tengas seguridades sobre como puedes evitar la creación de conflicto y de sufrimiento...
La función de tu ego es impulsarte a fundamentar tus decisiones en las falsas creencias que tienes implantadas desde niño, inducirte a manifestar las conductas ácidas, reactivas, pasionales y egoístas que tienes arraigadas, es lograr que experimentes los estados de No-ser, la verguenza, la culpa, la apatía, la rabia, el odio, el rencor, la tristeza o el orgullo. Es una función importantísima porque solo así experimentas el sufrimiento, la pérdida de energía vital, la soledad, la escasez y la enfermedad que producen. De esta manera tomas consciencia del daño que generan y haces el esfuerzo para evitarlas y trascenderlas, lo que produce la evolución de tu consciencia. Solo así descubres que las causas de tu sufrimiento siempre están en tu mente, por lo tanto eres tu mismo el que puede desactivarlas. Es así como logras que tu Ser se fortalezca, que vaya desarrollando las virtudes, los dones, las comprensiones y las habilidades, que te van a permitir alcanzar y mantener tu felicidad.
La función de tu Ser es exactamente la opuesta a la de tu ego, busca permitir que experimentes lo que es verdad, lo que siempre produce armonía, los estados del Ser: la neutralidad, la incondicionalidad, la confianza, la dicha, la tolerancia el éxtasis, el agradecimiento, la devoción, la gentileza, la belleza, la autoestima, la serenidad y el amor. Al principio de tu proceso evolutivo aparecen muy ocasionalmente, siempre procurándote chispazos de gozo, que marcan tu consciencia y la inducen a buscar repetirlos y extenderlos. Es tu libre albedrío, tu propia decisión, tu voluntad y el anhelo de ser feliz, lo que hace que abandones tus conductas y tus hábitos auto destructivos. Nada ni nadie te obliga a perfeccionarte y a evolucionar, este impulso surge de tu propio interior como resultado de la comparación que haces entre los estados opuestos que puedes experimentar. Eso es lo que te lleva a responsabilizarte de tus creaciones, de tus decisiones y de tus conductas, a modificarlas para mantener un estado de paz interior y de dicha serena. Es así como después de muchas reencarnaciones, después de cometer muchos errores -cada uno de los cuales te deja una comprensión- es que acumulas la sabiduría suficiente para convertirte en un creador de realidades perfectas. Es un proceso lento pero siempre ascendente, en el que no existe posibilidad alguna de que involuciones o que pierdas las comprensiones que has adquirido con tanto esfuerzo. Las que tarde o temprano te llevarán a iluminarte, a terminar tu etapa como ser humano para comenzar tu etapa de maestro ascendido. En ese momento te corresponderá guiar y enseñar lo que aprendiste a las consciencias aún encarnadas como seres humanos, durante un tiempo equivalente al que te demoraste en llegar a iluminarte, unos 40.000 años terrestres…
2 comentarios:
Ahhhhhh brillante... hermosa explicación. Felicidades por tu blog Fernandito
Totalmente identificado con la descripción...
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