Si eres de quienes afirman con fuerza e incluso con violencia ¨Yo soy así¨ y ¨A mi no me cambia nadie¨ tu mente está cristalizada y ya no quieres aprender nada. Lo más seguro es que estás convencido que desde esa posición reafirmas tu identidad, tu independencia y tu seguridad interior. Crees saber, tu posición mental es ¨Yo se¨ por eso no aceptas la información que el universo quiere entregarte a través de tu interacción con los que te rodean. Adoptaste una posición rígida e inamovible, en la que crees tener siempre la razón, usas tu energía para convencer a los demás que tu posición es la única correcta. No escuchas razones contrarias, interrumpes las frases de los demás y las terminas por tu cuenta, porque ya sabes lo que te van a decir. Si actúas así, con seguridad eres muy impaciente y te enojas ante las circunstancias más triviales. Efectivamente cerraste tu mente a la obtención de comprensión sobre como funciona la realidad y cual es la verdadera naturaleza del amor, cuales son las actitudes que permiten su manifestación. Tu aprendizaje se volvió ineficiente y tu mente se cristalizó...
Cuando eso sucede ya no tiene ningún sentido tu actual reencarnación. Lo que sigue es que vas a morir rápidamente para que al recibir un nuevo cuerpo, en otra realidad, con un nuevo sistema de creencias y nuevas características de aprendizaje logres continuar tu proceso evolutivo, acumulando comprensión a través de las experiencias en esa nueva vida. La única razón para que sigas vivo en tus actuales circunstancias -de mente cerrada y rechazo al aprendizaje-, es porque resultas eficiente como instrumento de mortificación para quienes te rodean, para que actúes como un cristal duro capaz de tallar y transformar sus personalidades. Convirtiéndote en un maestro -inconsciente de tu papel- para que ellos acepten tu inflexibilidad a través del cultivo de su propia flexibilidad y de su tolerancia. Para que tus seres queridos aprendan que solo respetando y no combatiendo tus posiciones egoístas y siendo incondicionales en su amor hacia ti, podrán mantener su propia paz interior y alcanzar la felicidad que buscan...
Encarnas y reencarnas para encontrar comprensiones que te permitan convertirte algún día, en un creador de realidades siempre perfectas, cuando tus decisiones y tus conductas solo produzcan armonía. El universo es el colegio donde tu aprendizaje tiene lugar, por eso cuando te niegas a aprender, el propósito central de tu personalidad, tu visión particular de la realidad y las circunstancias existentes para que ese aprendizaje tenga lugar, ya no tienen sentido, ya no cumplen el objetivo para el que fueron diseñados por tu propio espíritu antes de que encarnarás...
Recuerda que tu escogiste el lugar donde naciste, tus padres y la familia en la que encarnaste, el sexo, raza y las características de salud y del cuerpo que hoy utilizas, así como los recursos que heredaste y la capacidad de manifestación que estos te han permitido. Escogiste todas esas condiciones porque las necesitabas para encontrar el tipo de comprensiones que viniste a buscar en esta encarnación. Tu propósito central en esta vida es encontrar cierta comprensión y todas esas circunstancias que escogiste, solo facilitan ese proceso. Sin embargo tu siempre naces libre y en cualquier momento puedes negarte a continuar aprendiendo, esa es una decisión que obviamente trae consecuencias y genera resultados en tu experiencia presente. Lo más seguro es que termine muy rápidamente...
O sea que si quieres prolongar tu actual encarnación, mantén tu mente abierta y receptiva, aprende a escuchar los puntos de vista de los demás, especialmente los que son contrarios al tuyo. Tu respeto a sus posiciones se valida cuando llegas incluso a cambiar el punto de vista que tenías por los argumentos que de ellos escuchaste. El universo es eficiente, suficiente y siempre oportuno en el flujo de circunstancias, eventos, situaciones e interacciones que induce. Su propósito es que toda experiencia produzca aprendizaje, evolución, perfeccionamiento o el gozo de quien la vive, cualquier otra cosa no tiene ningún sentido…