EXTREMA TOXICIDAD
El hígado filtra y extrae de la sangre toda traza de residuos celulares, neutraliza y metaboliza la toxicidad de los fármacos, el alcohol y otras sustancias nocivas, disuelve y convierte en bilis las proteínas animales grandes y pesadas. Los riñones lo ayudan a filtrar la sangre y a eliminar el ácido úrico, la urea, el amoníaco y otros desechos que el hígado no alcanza a procesar. Cuando los conductos biliares se tapan por cálculos intrahepáticos generados por exceso de proteína animal el hígado se congestiona y ya no logra filtrar y metabolizar las toxinas que el cuerpo necesita evacuar. La bilis deja de fluir lo que dificulta la digestión y la asimilación de grasas por el intestino delgado y ya no alcanza a transportar los desechos y toxinas ya filtrados para que sean expulsados como materias fecales y orina. Como consecuencia el organismo se satura de basura, residuos metabólicos, cadáveres de células en putrefacción, patógenos, mohos, hongos y se vuelve ácido. La basura impide que le lleguen oxígeno, agua o nutrientes a las células lo que trastorna todo el organismo y afecta simultáneamente a varios órganos y tejidos. Para solucionar esto es primordial realizar una limpieza inmediata del hígado, la vesícula, el colon y los riñones.
LAVADO DE COLON PARA COMENZAR
Antes de comenzar la limpieza del hígado y de la vesícula, es conveniente hacerse tres lavados del colon, uno cada semana. Hay profesionales con maquinas especiales dedicadas a este procedimiento. Desde Egipto el lavado del colon era considerada la forma más rápida de acabar con fiebres, infecciones, dolores abdominales y otras enfermedades. El lavado, por lo menos una vez cada seis meses, impide que el colon se convierta en un pozo séptico. El agua ablanda la placa de materias fecales secas adheridas a sus paredes, tonifica, hidrata y rejuvenece sus músculos. El intestino grueso colmado de capas y capas de materia fecal seca y estancada, adherida a la mucosa que recubre sus paredes, es un caldo de cultivo de bacterias muy dañinas, por eso la limpieza debe comenzar allí. El lavado ayuda también a resolver los problemas emocionales. El Colon cruza el chacra del plexo solar que es el centro emocional del cuerpo, donde se guardan los problemas no digeridos, que tensan sus músculos, frenan el movimiento intestinal y causan estreñimiento.
LIMPIEZA HEPATICA Y DE LA VESICULA
El proceso de limpieza debe iniciarse preferiblemente el día de luna nueva o en luna creciente, preferiblemente un sábado para culminar el siguiente fin de semana, cuando se puede dedicar atención a lo que debe hacerse, a lo que se experimenta y para permanecer relajado y descansando. Esa semana debe evitarse la proteína animal, los lácteos, la mantequilla, los quesos y los fritos. El cuerpo puede comenzar desde el primer día a expulsar bilis estancada en las heces, que toman su color amarillo anaranjado, lo que limpia el hígado y la vesícula.
Jugo de manzana durante 6 días
Se deben tomar 4 vasos de Jugo de manzana entre comidas. 2 vasos por la mañana, 2 por la tarde durante 6 días seguidos. El jugo se hace en un extractor sin agregarle agua y se bebe inmediatamente, no se debe preparar el jugo de todo el día, el aire cambia su composición química. El objetivo es que el ácido málico que contiene la manzana ablande los cálculos intrahepáticos y dilate los conductos biliares donde se encuentran para facilitar su expulsión el séptimo día.
SEXTO DIA
El séptimo día se deben tomar 2 vasos de jugo de manzana en la mañana entre el desayuno y un almuerzo muy liviano que no contenga ninguna proteína animal, mantequilla o aceite.
A partir de la 1:30 pm no comer ni beber nada, porque dificultaría la expulsión de los cálculos.
A las 6:00 pm disolver 4 cucharadas de sales de Epsom, llamado también Sulfato de magnesio, en tres vasos de 1/4 de litro de agua, con un poco de jugo de limón para mejorar el sabor. Se obtienen 4 raciones de 3/4 de vaso, tomar la primera ración inmediatamente. Esto termina de dilatar los conductos biliares para facilitar la expulsión de los cálculos.
A las 8:00 pm tomar el segundo vaso de agua, limón y sales de Epsom que se preparó antes.
A las 8:45 pm se mezcla medio vaso (125 ml) de aceite de oliva extra virgen prensado en frío, con 3/4 de vaso (180 ml) de jugo de naranja con limón (a partes iguales). Se agita con fuerza unas 20 veces y se toma a las 9:00 pm parado junto a la cama. No tomar agua antes de dos horas. Acostarse inmediatamente con las luces apagados y con la cabeza más alta que el abdomen. Permanecer inmóvil mínimo por 20 minutos, sin hablar, sin ver televisión. Si se puede lo mejor es dormir. Al evacuar por la noche saldrán los cálculos de color verde y las toxinas del hígado que flotarán en el inodoro.
SEPTIMO DIA
Levantarse entre las 6:00 y las 6:30 de la mañana y tomarse el tercer vaso de agua con Sales Epsom. Es preferible que el cuerpo este erguido para que la gravedad ayude.
Entre 8:00 y 8:30 am beber el cuarto vaso de agua con Sales Epsom. Media hora después se puede comer algo de fruta. Otra hora más tarde se puede ingerir una comida normal pero ligera. Es conveniente beber agua a excepción de media hora antes y después de tomar las sales de Epsom. Ese día salen miles de cálculos, piedritas de color beige, verde o negro, lo que triplica la energía vital disponible, logra que desaparezcan los malestares y los dolores de espalda, se normalice la digestión y la evacuación.
La limpieza de los cálculos intra hepáticos y de las toxinas en el hígado y de los cálculos biliares en la vesícula hace que mejore el poder digestivo del organismo y su capacidad para evacuar los detritos celulares y las toxinas.
Después de realizada la limpieza hepática es conveniente repetir durante tres semanas consecutivas el lavado del Colon, para ayudar al cuerpo a expulsar las toxinas que lo tienen abrumado.